lunes, 12 de enero de 2009

NOCHEVIEJA PORK 2008/2009 - Parte 2

A Solas con El Patriarca

La tardenoche del domingo 28, después de una improvisada y calurosa comida en compañía de Amelié Carrericas y su compañera Maripili Quemesobo (Spaguetti con chorizo, ensalada, pan, vino, hierbas y purito), dimos un paseo hasta los panales de abejas y fantaseamos con la idea de hacernos con ese terreno para construir nuestro propio lugar de retiro espirituoso. Después todos se fueron a la capital a excepción de Olmo y Mekôn (a las teclas) que dedicaron el resto de la tarde al pinta y colorea frente a la chimenea, botellín en mano. Prontito a la cama.

A la mañana siguiente desayunamos sin prisa y nos piramos al Erojki Merkadoak, con el objetivo de surtir la casa de víveres variados para el festín de nochevieja y sucesivos día. A los 45 minutos de estar en ese SUPERMERCADO de ese centro comercial, fuimos víctimas del hurto del carro de la fruta y la verdura. Los siguientes 15 ó 20 minutos los empleamos en encontrarlo. Gracias Olmo.

De vuelta a la Central Porcina, cubicaje de la compra y... “vámonos a comer por ahí, ¿no?”. Cerrado el cuartelillo de Sotosalbos por ser lunes de descanso, acabamos en La Matita, en Collado Hermoso, especialidad en platos de Caza. 2 cervezas, sospechamos que cruzcampo, huevos empotraos con picadillo (sufi), judiones con oreja (sufi alto), dos copas de tinto (sobresaliente) y chuletón de ternera blanca de Ávila (SOBRESALIENTE ALTO). ¡¡¡Y no se nos ocurre otra cosa que volver hacia Pelayos campotraviesa!!! Perdidos entre campos de vacas y barrizal, por aquí no, por aquí tampoco, ensayo error, error error, al final abrimos una puerta que nos llevó directos a Pelayos (¿del Arroyo?). Éxito total.

Llegada a casa, cortamos unas ramas que daban al tejado del porche 911 y Olmo se subió a susodicho tejado a colocar una teja que hacía gotera. Padentro, pitillito y yo me quedé como un tronco en el sofá delante de la chimenea una horita mientras Olmo montaba el radiador electrónico marca Ecron de 50 pavos (y otros quehaceres que ignoro). Duchita, bigote y un té con miguelángeles. Vimos caiga quien caiga mientras Olmo se atizaba una lata de sardinas. Descojone y a dormir.

El martes 30 amaneció una de las mañanas más espléndidas que recuerdo en ese pueblo. Cuando acabé de desayunar y salí al jardín Olmo ya estaba haciendo un túnel en la arena para esconder las cañerías de al lado de donde están las bombonas de gas. Me puse manos a la obra, a sus órdenes ni que decir tiene: destruir arbustos inútiles y feos, mi especialidad. A eso de las 14:30 empezamos a preparar las brasas en el jardín para dar la bienvenida a los primeros en llegar. Central Pork recuperaba vida. Quedaba lo mejor. Feliz año, sea el que sea.

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