Efectivamente (y no), el día 31 empezó tal y como había acabado el día 30... un momento, no fué así. El día 30 lo acabamos a tope de birra y jugando al futbolín, y ¡el día 31 nos dio por lijar, dar fondo protector (dos manos) y barnizar un peazo de cacho de puerta! Ahí es nada. Éldelgas, Cánalon y un servidor echaron la mañana (y parte del otro) en adecentar la puerta de entrada a nuestra querida Central Pork, centro de operaciones de la Cultural. El resultado fué más que satisfactorio... hasta la llegada de la lluvia, que hizo acto de presencia antes de que se hubiere secado la puerta. ¡Menuda chufa!
Mientras tanto, el resto de los asistentes, a excepción de los Sarasate, que llegarían a la cena a mesa puesta, in extremis como siempre, se divertían visitando Pedraza. Bonito pueblo, la verdad sea dicha.
La comida de ese día fue muy ligerita. Había que dejar hueco para la gran cena de fin de año, otrora conocida como "Le Grand Cebatil".Cerveza a cerveza llegó la hora de preparar la cena. Para que no nos pillara el toro comenzamos a longanizarnos a eso de las 19:00 ó 20:00 horas (lo buscáis). En futuras entregas se dará el menu de la cena detallado. De momento os podéis deleitar con la primera fase de la preparación del capón, y con el arte de Mekôn tocando el ÓRGANO JAMON.
Ya estaba todo enfilado... sólo faltaban los Sarasa, que traían algo que a la larga acabó dando mucho juego... pero eso ya es otra historia, y yo ahora me voy a tomar un menta toledo.
Fotos: Sole y Olmo
